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El equipo del Centro de Conservación de la Biodiversidad Zoobotánico Jerez ha llevado a cabo con éxito el primer chequeo del cachorro de lince ibérico nacido en las instalaciones el pasado mes de marzo, que ha confirmado que se trata de un macho.
Dentro de un mes, aproximadamente se le realizará otro para comprobar su evolución y desarrollo.
Este examen, que apenas ha durado unos minutos para no estresar ni a la cría ni a la madre, ha transcurrido con normalidad pudiéndose comprobar que tanto el estado como desarrollo general son los adecuados.
Siguiendo la tradición del Programa ex situ de Conservación de la especie su nombre comenzará con la letra V.
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Los veterinarios también han efectuado la recogida de muestras de la boca y la faringe; han examinado su frecuencia cardíaca, peso y longitud, le han desparasitado y colocado su microchip. Una vez finalizado todo, la cría ha vuelto con su madre.
Se espera que su destino, cuando tenga varios meses, sea su reintroducción en la naturaleza, al igual que ha ocurrido anteriormente con otros ejemplares nacidos en el Zoobotánico.
Sus padres son la pareja reproductora conformada por Fárfara, nacida en abril de 2009 en el Centro de Cría de La Olivilla, en Jaén, e Hidrógeno, nacido en 2011 en el centro de cría de El Acebuche.
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El Programa de Conservación 'ex situ' del lince ibérico, iniciado en el 2002, supone un apoyo a las medidas de conservación de la especie en su hábitat además de un "seguro de vida" en el caso de que la situación de la especie empeorara.
Sus objetivos generales son establecer un stock de linces capaz de auto mantenerse a largo plazo y de producir además un excedente de ejemplares idóneos para su reintroducción. Tiene un doble propósito, por un lado, asegurar la supervivencia futura de la especie a la vez que de proporcionar animales aptos para reforzar las poblaciones silvestres, incrementar su variabilidad genética o recrear poblaciones extintas.
En este programa participan desde sus inicios la Junta de Andalucía, los Gobiernos de España y Portugal y el Ayuntamiento de Jerez, a través del Zoobotánico.
Dentro de un mes, aproximadamente se le realizará otro para comprobar su evolución y desarrollo.
Este examen, que apenas ha durado unos minutos para no estresar ni a la cría ni a la madre, ha transcurrido con normalidad pudiéndose comprobar que tanto el estado como desarrollo general son los adecuados.
Siguiendo la tradición del Programa ex situ de Conservación de la especie su nombre comenzará con la letra V.
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Los veterinarios también han efectuado la recogida de muestras de la boca y la faringe; han examinado su frecuencia cardíaca, peso y longitud, le han desparasitado y colocado su microchip. Una vez finalizado todo, la cría ha vuelto con su madre.
Se espera que su destino, cuando tenga varios meses, sea su reintroducción en la naturaleza, al igual que ha ocurrido anteriormente con otros ejemplares nacidos en el Zoobotánico.
Sus padres son la pareja reproductora conformada por Fárfara, nacida en abril de 2009 en el Centro de Cría de La Olivilla, en Jaén, e Hidrógeno, nacido en 2011 en el centro de cría de El Acebuche.
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El Programa de Conservación 'ex situ' del lince ibérico, iniciado en el 2002, supone un apoyo a las medidas de conservación de la especie en su hábitat además de un "seguro de vida" en el caso de que la situación de la especie empeorara.
Sus objetivos generales son establecer un stock de linces capaz de auto mantenerse a largo plazo y de producir además un excedente de ejemplares idóneos para su reintroducción. Tiene un doble propósito, por un lado, asegurar la supervivencia futura de la especie a la vez que de proporcionar animales aptos para reforzar las poblaciones silvestres, incrementar su variabilidad genética o recrear poblaciones extintas.
En este programa participan desde sus inicios la Junta de Andalucía, los Gobiernos de España y Portugal y el Ayuntamiento de Jerez, a través del Zoobotánico.
