Jerez pudo disfrutar de un lunes santo redondo, sin agua ni lluvias ni recorridos interrumpidos a la mitad o carreras atemorizadas por la climatología. Una tarde y noche fría pero llena de calidez pro parte de las hermandades que transitaron esta jornada por las calles de nuestra ciudad.
La primera, la Paz de Fátima abría la jornada con la alegría e ímpetu de una cofradía joven y valiente que ambiciona a todo en su recorrido. La candelaria le seguía con el clamor y empuje del barrio de la Plaza, donde a su recogida deleito con una entrada poderosa. Poderío del que también puede presumir la Sagrada Cena, que en todo su recorrido bien demuestra la veteranía de sus costaleros y buen hacer en cada chicotá. Amor y Sacrificio ponía el contraste de sobrecogimiento y penitencia en el sentido más riguroso de la estación. Y para finalizar, una auténtica reliquia de la Semana Santa jerezana con el Cristo de la Viga y su popular recogida envuelta en un manto de bengalas moradas.
enlaces patrocinados:
enlaces patrocinados:
La primera, la Paz de Fátima abría la jornada con la alegría e ímpetu de una cofradía joven y valiente que ambiciona a todo en su recorrido. La candelaria le seguía con el clamor y empuje del barrio de la Plaza, donde a su recogida deleito con una entrada poderosa. Poderío del que también puede presumir la Sagrada Cena, que en todo su recorrido bien demuestra la veteranía de sus costaleros y buen hacer en cada chicotá. Amor y Sacrificio ponía el contraste de sobrecogimiento y penitencia en el sentido más riguroso de la estación. Y para finalizar, una auténtica reliquia de la Semana Santa jerezana con el Cristo de la Viga y su popular recogida envuelta en un manto de bengalas moradas.
enlaces patrocinados:
enlaces patrocinados: