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La IA que te encuentra la cala secreta y el chiringuito perfecto este verano (y no es Google Maps)

Descubre cómo la IA va más allá de un simple GPS para diseñar tu día de playa ideal en Andalucía, recomendando rincones únicos según tus gustos.

De buscar un punto en el mapa a crear una experiencia a medida: así redefine la inteligencia artificial nuestro concepto de «echar el día» en la costa

Imagina esta escena, tan familiar en cualquier julio o agosto andaluz: das vueltas con el coche bajo un sol de justicia, buscando un hueco para aparcar cerca de una playa que, desde la carretera, ya parece un hormiguero. Al final, encuentras un sitio a veinte minutos andando y, cuando llegas a la arena, descubres que no hay un centímetro libre. La idea de un día de relax se ha transformado en una pequeña odisea. ¿Y si la tecnología pudiera evitarlo, no solo encontrando aparcamiento, sino diseñando el día perfecto para ti?

Aquí es donde entra en juego la inteligencia artificial, pero no de la forma que imaginas. Olvídate de pedirle a un chatbot generalista que te recomiende «playas bonitas en Cádiz». La nueva ola de herramientas de IA se centra en la hiperpersonalización y el análisis de datos en tiempo real. Estamos hablando de sistemas que aprenden tus preferencias: si te gusta el agua tranquila para ir con niños, si prefieres un chiringuito con música en directo o uno más tradicional para comer buen pescado, si buscas una cala resguardada del levante o si no te importa que haya rocas porque vas a bucear.

El verdadero impacto cultural de esta tendencia no es solo la comodidad, sino la democratización del descubrimiento. Estas herramientas analizan miles de reseñas, fotos de redes sociales, datos de afluencia por horas e incluso previsiones de viento y oleaje para hacer una recomendación que se siente casi como el consejo de un amigo local. Podrían sugerirte una pequeña cala en Conil que a las 11:00 de la mañana estará vacía, indicándote además que a 300 metros hay un pequeño bar familiar famoso por sus tortillitas de camarones que no aparece en las guías turísticas habituales.

Esto cambia nuestra relación con nuestro propio entorno. En lugar de ir siempre a los mismos sitios por pura inercia o por miedo a «equivocarnos», la IA nos da la confianza para explorar. Fomenta un turismo más sostenible, distribuyendo a la gente fuera de los puntos de siempre y poniendo en valor pequeños negocios locales. El futuro del verano no es solo saber llegar, sino saber vivirlo. Y la inteligencia artificial, lejos de ser un ente frío y distante, se está convirtiendo en el mejor conseguidor de planes, el «cuñado» que siempre sabe cuál es el mejor sitio y, esta vez, acierta de verdad.

Las herramientas actuales se dividen entre planificadores de viajes más generalistas (como Paffing) que usan IA para personalizar itinerarios, y aplicaciones de playas más enfocadas en la información y los filtros (como GoPlaya).